Qué ver en la Abadía de Westminster: lo que no te puedes perder
Esta abadía, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un tesoro arquitectónico, pero también el escenario de coronaciones, bodas reales y sepulturas de grandes figuras británicas. Pasear por sus diferentes rincones te resultará una experiencia de cuento y te hará recrear en tu mente mil situaciones. Si estás planeando una visita, no dudes en comprar entradas a la Abadía de Westminster, nosotros te contamos qué ver.
Qué ver en la Abadía de Westminster: los rincones imprescindibles
El crucero y la nave central: un recibimiento imponente
Al ingresar por la puerta principal lo primero que llama la atención es la nave central. Aquí se despliega ante nosotros el diseño gótico en todo su esplendor: columnas altísimas, bóvedas de crucería y una atmósfera diseñada para imponer respeto.
La nave principal de la abadía, diseñada en estilo gótico inglés, se distingue por su gran altura (la más alta de Inglaterra), sus columnas esbeltas y sus bóvedas de crucería, que dan al espacio una sensación de verticalidad y ligereza. En la parte superior, los ventanales con vitrales permiten la entrada de luz natural, que ilumina la piedra clara de las paredes y crea un ambiente solemne.
El coro y el altar mayor: el corazón de las ceremonias
A medida que avanzamos por la nave, llegamos al coro, un área más íntima pero igualmente impresionante. Más adelante, el altar mayor, está coronado por una magnífica baldosa de mosaico conocida como el Pavimento Cosmati, fue instalado en 1268 y es donde se realizan las ceremonias de coronación. La riqueza de los detalles en esta zona es abrumadora: tallas en madera, estandartes, sillas con historia como la famosa silla de San Eduardo, utilizada en todas las coronaciones reales.
Es una zona donde vale la pena detenerse, mirar alrededor y visualizarse en otros tiempos, especialmente si se tiene la suerte de visitarla en un momento de silencio.
El rincón de los poetas: un homenaje a la cultura
Uno de los lugares más queridos por los visitantes es sin duda el Rincón de los poetas (Poets’ Corner), ubicado en el transepto sur. Aquí descansan o están conmemorados algunos de los nombres más ilustres de la literatura inglesa, como Geoffrey Chaucer, Charles Dickens, Rudyard Kipling, y William Shakespeare (aunque este último no está enterrado aquí, sí tiene un monumento).
Este espacio no solo es conmovedor por su contenido, sino también por lo que representa: un tributo de la nación a la cultura y el pensamiento. Las inscripciones, bustos y lápidas revelan un amor profundo por las artes, y es imposible no sentirse parte de una herencia cultural que traspasa siglos.
El claustro y el jardín: serenidad entre muros medievales
Desde el mismo transepto sur puedes salir hacia el claustro, donde la atmósfera cambia completamente. Aquí encontramos un espacio de recogimiento donde los monjes solían caminar y meditar. Rodeado de arcos góticos y paredes cubiertas de siglos de historia, el claustro es un lugar ideal para hacer una pausa.
La Lady Chapel de Enrique VII: joya gótica y real
Una de las secciones más impresionantes es la Capilla de la Virgen María, también conocida como Lady Chapel de Enrique VII. Este espacio, añadido en el siglo XVI, es una maravilla de la tercera etapa del gótico inglés. Tiene bóvedas de abanico, tallas en madera y las tumbas reales de Isabel I y María I.
No dejes de observar el techo: sus formas orgánicas, como si la piedra flotara, desafían la lógica. También presta atención a los estandartes de la Orden de Bath, que cuelgan desde el techo y añaden color y simbolismo.
Capillas laterales y sepulcros: un recorrido por la historia
Más allá de los espacios principales, la Abadía está repleta de pequeñas capillas laterales, cada una con su propio carácter y conjunto de tumbas y monumentos. Aquí encontramos enterramientos de figuras como Isaac Newton, Charles Darwin, Stephen Hawking, y otros personajes clave en la historia de la ciencia y el pensamiento.
En cada rincón se puede leer un capítulo de la historia británica. El mármol desgastado, las inscripciones latinas, los relieves... todo habla del paso del tiempo y de los personajes que han moldeado al Reino Unido tal como lo conocemos.
La sala capitular y el museo: historia y arte en cada rincón
La Sala Capitular, del siglo XIII, es otra de las cosas que ver en la Abadía de Westminster que a menudo pasa desapercibida. Originalmente utilizada para reuniones monásticas, su forma octogonal y sus frescos medievales bien conservados la convierten en un lugar fascinante. Aquí también se puede observar uno de los primeros ejemplos de mosaicos decorativos en Inglaterra.
Además, el museo de la abadía –The Queen’s Diamond Jubilee Galleries– ofrece una vista panorámica desde las alturas, así como acceso a objetos antiguos, manuscritos, vestimentas litúrgicas y otros elementos que ayudan a comprender mejor la vida dentro del monasterio.
Westminster Abbey: una visita imprescindible en Londres
Ya sabes qué ver en la Abadía de Westminster, pero es difícil de explicar lo que sentirás al conocerla. Sus muros han presenciado momentos que han dado forma al país y la arquitectura está diseñada para sobrecoger el alma. Si estás organizando tu viaje a Londres, no lo dudes: este es un lugar que hay que ver al menos una vez en la vida.