¿Por qué es famosa la Abadía de Westminster? Descubre su historia
Situada junto al Palacio de Westminster, esta majestuosa iglesia no solo es una obra maestra de la arquitectura gótica, ¡es una caja de sorpresas! Imperecedera, a pesar de sus múltiples reconstrucciones, su interior alberga historias, secretos y los restos de múltiples personalidades que descansan aquí para siempre. Si todavía no sabes por qué es famosa la Abadía de Westminster, estás a punto de descubrirlo.
Descubre por qué es famosa la Abadía de Westminster:
Porque era un lugar sagrado antes que una abadía
Mucho antes de convertirse en el templo monumental que disfrutamos hoy en día, en el año 960, una comunidad de monjes benedictinos se asentó en la isla de Thorney, un paraje entonces aislado por el río Támesis, donde desarrollaron una comunidad monástica.
¿Pero era un lugar sagrado solo por la presencia de monjes? Ni mucho menos. Se cuenta que aquí un pescador tuvo una visión de San Pedro, por lo que, desde ese momento y hasta hoy en día, el Gremio de Pescadores lleva salmones como ofrenda a la abadía. ¡Ah! Y para que lo tengas en cuenta, Westminster Abbey se llama realmente colegiata de San Pedro en Westminster, ¡así que ya sabes los motivos!
Pues su construcción que ha evolucionado con los siglos
Y si ese era el origen, ¿Cómo hemos llegado a la abadía como es hoy? Pues la construcción comenzó en el año 1045, por orden del rey Eduardo el Confesor, ya que quería enterrarse allí. Curiosamente, fue consagrada un 28 de diciembre de 1065, pocos días antes de la muerte del monarca, el 5 de enero. Desde entonces, ha sido objeto de sucesivas ampliaciones y reconstrucciones que han definido su aspecto actual.
Durante el reinado de Enrique III, en el siglo XIII, se produjo una de las reformas más importantes, al estilo gótico francés, que le dio gran parte de su fisonomía definitiva. Más adelante, se añadieron elementos como las torres occidentales (siglo XVIII), completando así un conjunto arquitectónico que ha evolucionado a lo largo de casi mil años.
Es el lugar de coronaciones desde Guillermo el Conquistador
Uno de los principales motivos por los que es famosa la Abadía de Westminster es su papel como escenario oficial de las coronaciones de los monarcas británicos. Desde la de Guillermo el Conquistador en 1066 hasta la más reciente, de Carlos III, todas las coronaciones reales han tenido lugar entre sus muros. El Trono de San Eduardo, utilizado durante estos rituales, es una de las piezas más emblemáticas de la abadía.
Por sus tumbas reales y de figuras ilustres
La Abadía de Westminster también es famosa por ser lugar de reposo eterno de numerosos reyes y reinas. Entre las tumbas más destacadas se encuentran las de Isabel I, María Estuardo, Enrique V y Eduardo el Confesor, entre otros.
Pero no solo reyes descansan aquí. Uno de los espacios más queridos por los visitantes es el Poets’ Corner, o Rincón de los Poetas, donde están enterrados o conmemorados algunos de los mayores genios de la literatura inglesa. Aquí yacen Geoffrey Chaucer, Charles Dickens, Rudyard Kipling y Alfred Tennyson, entre otros.
La ciencia también tiene su sitio aquí y están enterrados grandes científicos como Isaac Newton, Charles Darwin o Stephen Hawking, lo que refuerza su carácter de panteón nacional no solo para la realeza, sino también para los genios que cambiaron el mundo con su intelecto.
Es famosa por un robo histórico
La Piedra del Destino es un bloque de piedra arenisca que ha sido utilizado durante siglos en las ceremonias de coronación de los reyes escoceses y, desde el siglo XIII, de los monarcas británicos.
La piedra fue llevada a Inglaterra en 1296 por el rey Eduardo I como botín de guerra, marcando la sumisión de Escocia al trono inglés. Desde entonces, quedó instalada en la Abadía de Westminster, encajada bajo el Trono de San Eduardo, utilizado en todas las coronaciones reales desde Guillermo el Conquistador.
Pero su historia no terminó ahí. En la madrugada de Navidad de 1950, un grupo de cuatro estudiantes nacionalistas escoceses logró entrar en la abadía y robar la piedra con el objetivo de devolverla a Escocia. Durante el traslado, la piedra se partió en dos, lo que aumentó aún más la tensión política y simbólica del acto.
Tras varios meses de búsqueda, la piedra fue finalmente recuperada y devuelta a Westminster, aunque en 1996 el gobierno británico decidió, como gesto de reconciliación, entregarla oficialmente a Escocia. Actualmente, se encuentra en el Castillo de Edimburgo, aunque siempre regresa a Londres con motivo de las coronaciones, como en el caso de Carlos III.
Una visita imprescindible en Londres
Ya sabes por qué es famosa la Abadía de Westminster, pero esto es solo el principio, pues no te puedes perder la experiencia de recorrer sus naves, ni disfrutar de la luz de sus vitrales y la historia que se percibe en cada piedra. Si estás planeando conocer Londres, te invitamos a comprar entradas a la Abadía de Westminster y descubrir por ti mismo la grandeza de este lugar único.